Venía manejando por la mañana hacia mi trabajo y me encontré con algo que me llamó la atención, pero se que es normal en la vida de muchos debido al ajetreo cotidiano. Una persona llevaba un café y una galleta en la mano, y estaba apresurado terminando de "desayunar". Además, pude notar, por las expresiones en su cara, que estaba un poco "estresada" porque iba tarde a algún lugar.
En solo este momento pude identificar 3 errores enormes. Vale la pena mencionar que he aprendido a discernirlos gracias a mi mamá, la Dra. Teresa Cano, quien es médico pediatra con un diplomado de especialista en Nutrición Clínica (para mi buena suerte =P). Entonces decidí compartir con ustedes algunas de las cosas que he aprendido con ella.
Para comenzar, muchas personas olvidamos o no conocemos que el desayuno es la comida más importante del día. Después de 6 a 8 horas de ayuno nocturno, el cuerpo necesita reponerse y cargarse de energías y nutrientes esenciales. De lo contrario, lo único que provocarás es una sensación de necesidad de devorar cualquier cosa a tu alcance aunque esta no sea saludable ni te aporte los nutrientes necesarios. Debido a la falta de energía y nutrientes, las personas que suprimen el desayuno son más propensas a tener un estado de ánimo volátil, falta de memoria y riesgo a subir de peso. Un buen desayuno, según la Dra. Cano (mi mami) tiene que estar constituido por el 25% de las calorías que consumimos en el día (y si nos vamos más allá tu desayuno debería incluir 15% de proteínas, 25% de grasas (buenas) y 60% de hidratos de carbono)
El siguiente error en esta pequeña observación fue no solamente no desayunar apropiadamente, sino que iba comiendo rápidamente. Estudios demuestran que comer rápido te da un estado de insatisfacción y te provoca querer comer aún más, causa indigestión y aumenta el riesgo de padecer de diabetes. Otras investigaciones demuestran que el no darnos un tiempo para comer hace que elijamos "comidas rápidas" que contienen mayor cantidad de grasas saturadas, y padezcamos de indigestión.
Como tercera observación, el estrés puede ser reducido con alimentos saludables al iniciar el día. Haciendo una pequeña investigación en Internet y siguiendo los consejos de mi mamá, me he dado cuenta - y ahora lo pongo en práctica- que la elección de los alimentos es importante a la hora del desayuno:
Un buen desayuno incluiría:
Pan o cereales integrales - proveen a nuestro organismo de carbohidratos necesarios para obtener energía y fibra que ayuda a equilibrar el nivel de colesterol, previene el cáncer de colon, combate las subidas de glucosa en sangre y también ayuda a regular el transito intestinal.
Productos lácteos bajos en grasa o 0% grasa - como la leche, queso o yogur que contienen proteínas, calcio y vitaminas.
Frutas o jugo de frutas - yo prefiero la fruta entera, ya que además de aportar carbohidratos, agua, vitaminas y minerales, aporta fibra (un plus!). Si prefieres el jugo, déjale la pulpa y endulza con Stevia, edulcorante natural casi sin calorías.

Otros productos que podés incluir en tu desayuno son huevos (las claras), jamón de pavo light, mantequilla de maní o margarina (ambas en poca cantidad). Y una vez a la semana, no hace daño un pedacito de chocolatito para el buen humor! (chocolate negro jejeje)
Entonces, para recapitular:
- El desayuno es el alimento más importante del día
- Es saludable tomarse el tiempo para desayunar (almorzar o cenar)
- Es importante hacer una buena elección de alimentos para estar saludables y disminuir el estrés
Si desean seguir una dieta saludable personalizada no duden en ponerse en contacto con mi mamá, Dra. Teresa Cano Fernández y estoy segura que ella estará encantada de ayudarte!
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